Mi nuevo experimento comenzó más por necesidad que por placer: habíamos heredado los libros de nuestra amiga Candela, y si a eso le sumamos todos los que ya teníamos empezábamos a tener un problema de espacio. La verdad es que la idea de redecorar mi casa en una conocida cadena Sueca no me hacía ni pizca de gracia, y me puse a buscar una solución con «tres B’s». Lo primero era cambiar los dibujos de la pared: si quería estanterías, necesitaba un fondo «más discretito»
Ahora os hacéis una idea, verdad? Lo demás vino rodado… Gema (mi frutera preferida) me consiguió unas maravillosas cajas de madera y una vez limpias y pintadas quedaron así de chulas.
Ahora ya tenemos un montón de espacio para jugar, todos los libros colocados, y estamos listos para zambullirnos en ellos…
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Música: Jason Mraz – I’m Yours
Súper!
😉
Los detalles la hacen única a la habitación. ¿En esa pared irán los colchones?
No, las camas las tiene en la pared de enfrente 😉